En respuesta a Manu Sánchez


Me he topado con un vídeo del genial humorista Manu Sánchez. En adelante y con cariño a nuestra habla andaluza, Manu Zanche. Me ha hecho pensar seriamente algunos aspectos que ya tenía en la cabeza sobre el fútbol de esta amada ciudad.


En un vídeo de ¿promoción del sentimiento bético? grabado en la Plaza Nueva frente a nuestro ayuntamiento dice textualmente "El que no es del Betis es porque no puede". Dice con mucha guasa, y lleva razón, que le pregunta a un sevillista si podría ser del Betis y éste le dice que no, que es imposible. Sin embargo, el gracioso de turno dice, contradiciéndose: "Tengo centenares de amigos que son grandes personas que son sevillistas. Y yo se lo digo: tú eres buena gente para bético".

Obviando el carácter relajado de este vídeo de ¿promoción del sentimiento bético?; estas palabras me hacen decir lo que llevo pensando mucho tiempo: El Betis es un sentimiento universá que está más allá del fútbol.

Y lo digo abiertamente. Un sentimiento que igual podría ser a un club de baloncesto, Energía Plus de los Plus Ultra de toda la vida. O un sentimiento universá a un club de petanca en Alcalá de los Gazules, mismamente. O incluso al club de la lucha de Edward Norton. No importa a qué se dedique el club, puede ser un club de lucecitas o un club de moteros en un barrio perdido. También puede ser un club náutico o de amantes de la lectura de vanguardia.

El Betis es un sentimiento que está por encima del fútbol, para gloria de la hegemonía en el fútbol del club que lleva el nombre de una de las ciudades más bellas del mundo. ¡Ay Sevilla! ¡Qué sería de tu nombre sin nosotros!

Otra de las frases para la historia que dice el corto -no el corto de Manu Zanche, me refiero al corto por cortometraje- es: "El bético es optimista crónico que nunca tiene que ver con conformista, no lo confundan nunca". Aquí es donde más te doy la razón Manu Zanche, no todo el mundo puede ser del Betis. Yo no podría ser optimista cuando mi equipo está rodeado de mediocridad y lo que haría sería pelear por mis colores.

El sevillismo ha protestado en malas etapas deportivas y en buenas también. Supongo que será una actitud no sólo ante tu equipo de fútbol, sino ante la vida. Protestar y alzar la voz por lo que no es justo. Buscar lo mejor.

El vídeo sigue con unas metáforas elitistas de dudoso gusto hablando de la Frutería Pepi y de la Casa de Alba. Las comparaciones entre la empresa de mortadela y la de jamón son para no comentarlas. Ahí es donde se ve que ellos quieren más a su club-de-lo-que-sea que cualquier otro aficionado, claro. Se sienten especiales. Pues que sigan, que sigan. Que encima, luego dice que quiere que el bético reciba lo que se merece... como si ya no lo hicieran. Reciben lo que merecen.

El monólogo es para contar cuántas veces dice la palabra "sentimiento". Es para enmarcar. Pero el cénit del vídeo llega cuando un señor bético que pasea por la Plaza Nueva le dice... "Dejad el Betis tranquilo y meterse con el Sevilla". Ese es el beticismo de nuestros vecinos. Con esto tenemos que convivir diariamente.

No hay color. Salvo el rojo.

El día que salga un sevillista hablando 'musho' del Betis en lugar de sólo del Sevilla y en el que los comentarios al plano deportivo brillen por su ausencia... me preocuparé seriamente de la imagen de mi FÚTBOL CLUB. Porque del momento institucional y deportivo, ya me habría preocupado antes.

Como diría Barbeito...
no tengo cambio a la vista.

¿Se puede ser de otro equipo?

Soy sevillista y buena gente.
Y resultadista.

Modestia aparte, querido amigo,
por lo de sevillista.

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