Crudas realidades
Si mal empezamos las navidades peor ha sido su conclusión. La lamentable derrota ante el Betis sólo hace confirmar, si no lo había hecho ya antes, que la temporada se presenta con demasiadas cribas en el camino que lastran partido a partido la consecución de los objetivos.
Por empezar por lo más cercano fijemos la lupa en el partido del día de Reyes. Lógicamente poco o nada se le puedo echar en cara al nuevo entrenador al que apenas le dio tiempo de conocer a los jugadores. Lo visto en el derby eran rémoras del pasado, errores que ya estaban instalados en la psique del equipo (fragilidad defensiva, espesura en ataque, falta de intensidad,...) y que culminó de nuevo con una goleada en contra haciendo con ello al Sevilla uno de los equipos que más goles encaja en la Liga. Al Betis sólo le hizo falta tocar el balón, marearlo, darle un mínimo sentido al juego para desbaratar a un Sevilla que por otro lado se suicida constantemente en cada encuentro dado que para que conjugue un partido sin errores defensivos y ofensivos se tienen que alinear lo planetas mientras que por contra, el rival tiene que hacer muy poco para crearnos peligro. Los verdiblancos en 3 toques se plantaban en el área por ejemplo.
La cruda realidad del Sevilla la pudo comprobar en primera persona Montella y fue un buen resumen de lo que venimos viendo en toda la temporada: dominio en la primera parte, falta de concreción, centros sin peligro de Navas, la obsesión de Nolito por el último regate o la manía de no tirar más allá del área. El técnico italiano debería haberse hecho ya una radiografía de los males endémicos del equipo, de quién está implicado y quién no, de a quién hay que coger por el escudo y zamarrearlo hasta que le exploten todas sus venas competitivas.
La temporada se está yendo por el desolladero del fracaso, a día de hoy, tiene pinta que se va a ser muy larga si los fichajes invernales y el nuevo entrenador no lo solucionan. Aunque no podemos mirar hacia otro lado, serán parches que tapen una deficiente planificación con un gasto extraordinario (si el mercado lo permite) dado que los fichajes han oscilado entre el malo y el desastre y eso no es sólo culpa de Berizzo o llegado el caso de Montella.
Cada vez se estrecha más el margen entre el acierto y el error. Las nuevas incoporaciones deberán de rendir desde que aterricen en la ciudad porque los puntos se van y los rivales están empezando a jugar en otra liga.
Foto de: colombia.as.com
